ITUERO Y LAMA
Pertenece a la Cuadrilla de Villacastín y su situación más o menos equidistante de los lugares del sexmo debió ser el motivo de que las reuniones se celebrasen en dicho lugar y en unas casas que a mediados del siglo XVII cuidaba Antonio Inés “nuestro casero”. En este caso si coincide el lugar de reunión con la cabeza de sexmo.
En su término predominaba a mediados del siglo XVIII la tierra de pasto, prados, montes frente a la tierra cultivable, menos de un tercio del total, esto explica que su actividad económica sea principalmente la ganadería. A veces, como señala Mª Asenjo,” el abandono de un término favorecía la ampliación del terreno dedicado a pasto, tal es el caso de Hituero” y las consecuencias las sufrirán más tarde los mismos vecinos al reducirse los alimentos y al despoblarse el lugar.
Durante el reinado de los RR.CC. se pusieron muchas limitaciones a la cría de cabras y se ordena “que ningún ganado cabruno entre en ningún monte ni en pinar ni en soto de la dicha ciudad ni de ningún lugar de su tierra “ pero en esta zona sur del sexmo de San Martín no se tuvieron muy en cuenta estas prohibiciones y los vecinos poseían pequeños rebaños estantes de ovejas y cabras por eso era normal, que la carne de oveja y de cabra fuera la que los vecinos compraban en su carnicería y en menor cantidad la de vaca.
En una escritura del escribano del concejo de Ituero D. Bartolomé Redondo firmada el veinticinco de marzo de 1628 se dice que ante él comparecen Vicente Martín alcalde ordinario de este lugar en nombre del Concejo y de otra Antonio González vecino de la ciudad de Segovia habiendo acordado que toda la colambre que se generase en la carnicería así de cabruno como ovejuno se la venderían a él al igual que si cayese algún pellejo de vaca. Los pellejos debían de estar en buenas condiciones y si alguno estaba rasgado se darían dos por uno.
A cambio Antonio González daría al dicho concejo cuatrocientos reales cuando el dicho Concejo lo pidiera y era también condición que le habían de dar con la colambre todo el sebo que se recogiese en la dicha carnicería.
La toma de decisiones sobre asuntos más o menos importantes se llevaron a cabo en Ituero convocando a los vecinos “a las casas de nuestro ayuntamiento a son de campana tañida”, Así se hizo para acordar la ejecución de su retablo mayor y también para hacer una manga para su iglesia. El cinco de marzo de 1628 ante el escribano D. Bartolomé Redondo se reunieron los vecinos con los alcaldes ordinarios Julián Redondo y Vicente Martín y Sebastián Ruíz regidor y Antón Gudíez procurador general del dicho concejo con el fin de dar todo su poder al Ldo. D. Juan de Mugaburon cura propio de ese lugar y a Juan Ruíz el Viejo vecino de Ituero para que puedan concertar con el bordador Juan de Lucas vecino de Segovia una manga para el servicio de la iglesia hasta la cantidad de tres mil reales. El concejo se obliga a pagar la cantidad que dicha manga costare y en los plazos que sus representantes hubieren establecido.
La citada manga fue expuesta en la exposición de las Edades del Hombre de Segovia desde mayo a diciembre del año 2005, pero la investigadora Dña. Mª Dolores Vila Tejero desconocía su autoría.